Todos los afiliados socialdemócratas tienen tiempo hasta el sábado 3 de marzo para votar. Deben elegir entre dos opciones: aceptar un nuevo pacto con los conservadores de Angela Merkel o hundir el proyecto.

La primera alternativa se traduce en la conformación de una nueva gran coalición, la misma que venía gobernando hasta ahora y que en las últimas elecciones perdió 13 puntos porcentuales en conjunto. En otras palabras, habrá continuidad.

La segunda posibilidad, el rechazo a una nueva groko, generaría una situación inédita en Alemania, al menos desde 1949: la conformación de un gobierno en minoría o el llamado a repetir las elecciones.

En caso de darse el último escenario, las encuestas actuales muestran que aumentaría la fragmentación en el parlamento, crecería la ultraderecha y ambos partidos mayoritarios (CDU y SPD) sufrirían severos reveses. Pero por otra parte, la continuidad de una coalición que fue castigada electoralmente por los alemanes hace apenas cinco meses profundizaría el desencanto de un sector de la población que está exigiendo un cambio en la política alemana y en sus partidos tradicionales.

El escenario es lo más parecido a un callejón sin salida. Y todo está en manos de apenas 460.000 afiliados socialdemócratas. Sobre su tarea hablamos en el podcast de hoy:

2 comentarios

    1. Coincido y creo que al SPD le va a costar muchos años enmendar todo el daño que ha sufrido desde 2005, pero en especial desde mediados de 2017.

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