Por Zirahuén Villamar | @zirahuenvn |

Fondo rojo, varios perros asediando a uno con apariencia mansa y la pregunta “¿Qué tienen contra nosotros?”. No dejan de ser interesantes los collares y las razas de los perros, como tampoco la pregunta. A comienzos del siglo XXI potencias europeas y de otras regiones ven con recelos el éxito económico alemán, de la manera que un siglo atrás veían con recelo no solo la expansión económica, sino también militar y el esfuerzo de despliegue colonial germano.

Luego de la fundación de la República Federal en 1949, Alemania ha transformado su identidad de política exterior en lo que se conoce en la literatura de Relaciones Internacionales como un Trading State (Handelsstaat), y la amenaza hegemónica tradicional parece conjurada (lo que se confirma con la paupérrima situación de sus capacidades militares). Pero su sobresaliente economía ha hecho que políticos y economistas alemanes pequen de soberbia y sabelotodos.

Pero desde Hamburgo, donde se edita Die Zeit, responden que el éxito económico alemán no solo ha beneficiado a los alemanes. Los otros países que hoy le reclaman, no son víctimas. En la perspectiva de un Handelsstaat, el mundo ofrece modelos win-win; lo opuesto a visión «juego suma cero» que hoy ejemplifica Donald Trump.

Die Zeit, 7 de junio de 2018: «¿Qué tienen contra nosotros?». La versión digital se puede adquirir aquí.

Desde Elecciones en Alemania agradecemos la colaboración de Zirahuén Villamar, economista y experto en política exterior germana, sobre la portada de la semana. Pueden conocerlo mejor en esta edición de Cuadriga de la DW en español:

 

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