Hoy desde las 20:15 la canciller Angela Merkel (CDU) y el candidato socialdemócrata Martin Schulz (SPD) se enfrentan en el único debate televisado de la campaña 2017. Algo que los alemanes llaman TV-Duell. Según los socialdemócratas esta es la última oportunidad de recuperar terreno. Algo que suena bastante utópico desde varios aspectos.
En primer término, «recuperar terreno» no es más que achicar algunos puntos una ventaja de entre 13 y 17 puntos porcentuales. En este sentido, en el mejor de los escenarios para el SPD, Schulz solo conseguirá ahuyentar el fantasma de un nuevo desastre electoral histórico. Apenas un paliativo a falta de 21 días para la elección. Muy poco para alguien que aspiraba a pelear el puesto de Merkel.
En segundo lugar, se platea la ilusión de que un debate de estas características puede servir para persuadir al votante indeciso, que actualmente ronda el 46% del electorado. En efecto, algunos votantes decidirán su voto a partir de la discusión de esta noche. Sin embargo, la inmensa mayoría de la audiencia ya lo tiene decidido. En otras palabras, los que se sientan a mirar el debate lo hacen para reforzar su decisión, no para dejarse convencer de lo contrario. Dos datos del último debate en 2013 entre la canciller y el entonces candidato socialdemócrata Peer Steinbrück fortalecen este punto: la encuesta representativa sobre la audiencia y las encuestas generales de intención de voto medidas luego del TV-Duell. Según los datos publicados post-debate por Infratest dimap un 10% de los televidentes cambió su voto.
Este número, que a priori es relativamente alto, no necesariamente es esperanzador para Martin Schulz. Por un lado, la encuestadora no indica hacia dónde fue el cambio de ese diez por ciento: ¿de Merkel a Steinbrück o al revés? Por otro, el porcentaje se calcula sobre la audiencia del debate, no sobre el electorado en su totalidad. El efecto es entonces mucho menor de lo que parece cuando se pone en contexto.
Por otra parte, si observamos la variación en la intención de voto antes y después del debate los datos son contudentes: La canciller se mantuvo en 41% mientras que el socialdemócrata apenas mejoró un punto, de 26% a 27% (según Infratest dimap).
El debate es una buena instancia para poner a prueba la capacidad comunicacional de los candidatos. Su retórica, su lenguaje corporal y su velocidad mental son algunos de los factores que resaltan en este tipo de instancia. Sin embargo, sería una exageración pensar que apenas en una discusión de 45 minutos puede reducirse dramáticamente una diferencia tan amplia. El debate debe analizarse en su justa medida para no sobredimensionar la cuestión. En todo caso, no deja de ser un show televisivo.
Esta noche estaremos siguiendo el debate via twitter a partir de las 20:15 (hora europea). Y el próximo domingo estaremos en Estación Sur de Radio Cosmo WDR analizando el impacto con Alejandra López. Los esperamos.
#TVDuelo-Tweets
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Para saber más sobre los debates en Alemania:
Debate electoral en Alemania (1): la ronda de los elefantes
Debate electoral en Alemania (2): El canciller no debate
Imagen de portada: German Chancellor Angela Merkel and EP President Martin Schulz. por European Parliament Folgen (CC BY-NC-ND 2.0), via flickr.