Breve análisis sobre el debate televisado de ayer entre la canciller Angela Merkel y el candidato socialdemócrata Martin Schulz basado en lo discutido con los colegas de la máquina de pensar HINTERGRUND AG: Raúl Gil y Zirahuén Villamar. Reforzados también por Andreu Jerez. Veamos punto por punto:
1- ¿Quién ganó? Ni Merkel ni Schulz. El verdadero triunfador en este debate fueron los ultraderechistas de AfD que vieron como su agenda completa de discutió durante más de la mitad del tiempo. Refugiados, migración, Islam, integración. Una y otra vez los moderadores y los propios candidatos reforzaban los frames de AfD y le regalaban una centralidad que ni los ultraderechistas más optimistas esperaban.
2- Ahora sí, ¿quién ganó el debate (entre los presentes)? Si bien Schulz se esforzó y tuvo algunos momentos de lucidez marcando contradicciones de la canciller por ejemplo, el debate no fue lo que los socialdemócratas desearon. O al menos lo que ellos comunicaban que deseaban. No hubo paliza, no se dio la hipótesis de «Merkel difusa vs Schulz riguroso y por sobre todo no se habló en profundidad del mensaje del SPD: Tiempo de más equidad (Zeit für mehr Gerechtichkeit).
3- ¿Fue un debate? Varios observadores marcaban ayer la inexistencia de un debate. En efecto, la discusión pasó por varios momentos, muchos, la mayoría, de una tranquilidad que incomodaba. Aquellos indecisos que según Der Spiegel verían el debate para finalmente decidir su voto se quedaron con las ganas. Deberán buscar por otro lado. O quedarse en casa. O ir por un partido minoritario.
4- ¿El debate dejó alguna definición política? El mensaje de fondo que se debe leer luego de la noche de ayer es: Las posibilidades de que la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas se extienda por cuatro años más son más grandes de lo que se pensaba. Lo quieren ambos, o al menos así lo transmitieron durante toda la emisión. La cantidad de veces que los candidatos se decían «usted tiene razón» hacía pensar en que el debate en realidad era una reunión de gabinete televisada.
5- ¿Quién armó el debate? Más allá de que en varios pasajes parecía que Schulz no había preparado bien el debate, queda claro que no todo fue culpa suya. En efecto, la o las personas que consensuaron la agenda a discutir lograron que el escenario fue el peor para el SPD y el más favorable para la CDU. Seguridad, política exterior, refugiados, Islam, peajes, escándalo en industria automotriz, trabajo. Con esa lista Merkel no podría haber estado más feliz. ¿Y la equidad, la justicia social, la educación, la digitalización, las inversiones, el mercado laboral 2.0? Todo eso quedó para el segundo debate. Ese mismo que no se celebrará.
https://twitter.com/zirahuenvn/status/904421175920656384
6- ¿Qué indica el análisis demoscópico pos-debate? Hay varios datos interesantes, pero es destacable el que indica la necesidad de una alternativa a Merkel entre los más jóvenes. Hay ciudadanos que el 24 de septiembre votarán por primera vez y no saben lo que es tener otra canciller que no sea la líder conservadora. Algunos distraídos hasta pueden llegar a pensar que la CDU y el SPD son el mismo partido. Los socialdemócratas, y el resto de los partidos, tienen un nicho importante en ese grupo. Veremos si saben aprovecharlo en los próximos años. Ahora ya es un poco tarde.
7- ¿Cambiará algo hasta el 24 de septiembre? Rotundamente no. A horas del duelo el SPD sigue demostrando que es incapaz de ver lo que está frente a sus ojos. Una cosa es el optimismo y la confianza, otra es la necedad. Este tweet del ex jefe del SPD y actual ministro de Relaciones Exteriores en la gran coalición gobernante es revelador (y bastante patético):
Estoy totalmente de acuerdo con este análisis. Particularmente el primer punto: me pareció escandalosa la manera como los moderadores desarrollaron el ‘debate’, que antes que un debate (duelo) entre Merkel y Schulz pareció más un duelo entre los moderadores de un lado y los dos candidatos del otro. Otro detalle que valdría la pena comentar es la pregunta de los moderadores sobre si fueron a la iglesia. Vamos por mal camino si los partidos políticos tienen que ostentar también la bandera religiosa. Y lástima que ninguno de los dos candidatos dio una respuesta inteligente a esta pregunta. Merkel incluso se justificó afirmando que había ido a la iglesia el día anterior.
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Gracias por el comentario Amira. Y coincidimos más que Schulz y Merkel en tus apreciaciones! Lo que ya es mucho decir. Un saludo!
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