Más de 250.000 personas se manifestaron (y se manifiestan todavía) en distintas ciudades de Alemania. Protestan contra el partido ultraderechista Alternativa für Deutschland. Todo comenzó cuando una investigación de Correctiv desveló un encuentro entre neonazis y miembros de AfD, además de otros actores políticos y del sector privado (la lista completa aquí) en noviembre pasado. La razón de la reunión giraba en torno a la organización de un plan para ejecutar deportaciones masivas de inmigrantes o personas con ascendencia migrante.
En la Deutsche Welle me hicieron dos preguntas al respecto. En la primera hablamos sobre las motivaciones de estas manifestaciones. ¿Acaso se volvió tangible el miedo en amplios sectores de la población alemana? ¿Es que el proceso de radicalización de AfD se convierte en una amenaza real? Tal vez la ciudadanía alemana se haya preguntado: ¿Si llegaron al poder en Argentina, Italia o hace un tiempo en Brasil y Estados Unidos… por qué seríamos la excepción?
En la segunda pregunta me consultaron sobre el efecto que tendría en AfD. ¿Bajará en intención de voto por ejemplo? Creo que el foco debe ponerse menos en las encuestas y más en el efecto hacia el resto del espectro político. Es decir, luego de la reunión de noviembre de representantes de AfD con neonazis, ¿qué partido está dispuesto a poner en riesgo su reputación planteando una alianza con ellos?
Elecciones en Alemania 