Escrito por En mayo pasado el partido socialdemócrata (SPD) cumplió 150 años de vida. El evento fue utilizado desde inicios de 2013 como un punto de partida para la campaña electoral. La idea parecía interesante: emparentar la historia del partido con la del país. Esto era muy bien reflejado por el slogan de la campaña: «Ein besseres Land kommt nicht von allein» (Traducción: «Un mejor país no viene solo».), incluso en la pronunciación alemana tiene rima. La utilización de «país» (Land) como «colectivo máximo inclusivo» reforzaba la idea de un SPD comprometido con el país, con su historia y, viceversa, un país que comparte los valores del partido.
Sin embargo, las potencialidades que mostraba esta propuesta no parecen haber sido explotadas al máximo. En efecto, algunas semanas después el mensaje se queda en una suerte de celebración interna, casi endógena, dirigida mucho más a los miembros del partido que a los ciudadanos alemanes en general.
La presentación de la web, muy bien lograda en especial para tablets y smartphones, muestra a políticos y otros miembros del SPD opinando sobre diferentes temas. No obstante, se hace difícil encontrar la conexión con el alemán promedio, su vida cotidiana, sus problemas y sus preocupaciones.
La campaña resulta finalmente una efectiva y bien aprovechada herramienta para reforzar las convicciones y posiciones de las «Genossinnen» y los «Genossen» (camaradas), es decir de los prodestinatarios (siguiendo los viejos postulados de E. Verón). Es posible que ese fuera el objetivo final de sus diseñadores, lo cual de cara a la fase más caliente de la campaña electoral no es poco. Sin embargo, en relación a las expectativas que generaba en un principio, tampoco parece mucho.
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