De euroescéptico a ultraconservador. Metamorfosis en la derecha

La posible salida de Grecia del euro, el Grexit, es hoy el tema número uno de la agenda política de Europa. Todos discuten sobre la moneda única, sobre la deuda, sobre el rol de Alemania al respecto. En el país germano este debate no es nuevo. Hace más de dos años el partido Alternativa para Alemania (AfD) lo introdujo con fuerza en la escena política. Su mensaje ponía el acento en el euroescepticismo. Su objetivo era nuclear a todos aquellos indignados con la política europea, con las ayudas a Grecia y otros países del sur, con las desventajas de las fronteras abiertas dentro de la Unión Europea, etc. AfD también ofrecía un espacio para muchas voces de la derecha y la extrema derecha que buscaban nuevos espacios. De hecho en la campaña para la federales de 2013 se filtraban consignas contra la inmigración, pese a la predominancia del discurso eurófobo.

En agosto y septiembre de 2014 se produjo un quiebre en la política alemana y en el propio AfD. Con resultados electorales en torno al 10% AfD obtenía escaños en tres parlamentos regionales. Todos en el este de Alemania. Allí surgía la figura de Frauke Petry, líder del AfD de Sachsen y futura verdugo de Bernd Lucke, jefe y fundador del partido. Durante la campaña electoral, Petry y sus compañeros enfatizaron el conservadurismo de sus mensajes políticos. Algunos elementos del discurso que empleaban eran muy cercanos a las propuestas de la extrema derecha. Se vislumbraba el inicio del cambio de frame. Los AfD regionales de la vieja Alemania oriental habían comprendido que debían dejar de ser un partido monotema y diversificar la agenda. Inseguridad, inmigración, islamofobia. Esas fueron las tres «i» que guiaron la campaña y reorientaron el frame del partido: de euroescéptico a ultraconservador.

Dos meses más tarde cobraba fuerza en los medios de comunicación el movimiento islamófobo denominado Pegida. AfD vio en este grupo de ciudadanos movilizados por ideas anti-Islam, consignas xenofóbicas y críticas de corte antidemocrático una posibilidad de ampliar su electorado. Encajaban perfecto. Sin dudarlo Petry y otros líderes ultraconservadores del partido comenzaron la operación de acercamiento a los líderes de aquel movimiento.

En este contexto Lucke percibió que perdía el control del partido e intentó reconducir el rumbo del partido hacia una visión más liberal-económica. Por un lado, su deseo era impedir el encasillamiento del partido como un espacio de ultraderecha. Por otro, AfD debía orientarse hacia un espacio más liberal que apunte al electorado independiente de clase media. Sin embargo, ya era tarde.

Afiche electoral de Frauke Petry. Actual jefa de AfD. Elecciones en Sachsen 2014: "Rescate para escuelas en lugar de para bancos."
Afiche electoral de Frauke Petry. Actual jefa de AfD. Elecciones en Sachsen 2014: «Rescate para escuelas en lugar de para bancos.»

El pasado 4 de julio el congreso del partido eligió a Frauke Petry como la nueva jefa del partido. Así no solo desplazaron a Lucke sino que solidificaron el rumbo hacia el ultraconservadurismo. En sólo cinco días AfD ya perdió cerca del 10% de sus afiliados, la mayoría de ellos radicados en el oeste de Alemania. Mientras tanto Lucke no se da por vencido y planea la fundación de un nuevo partido que represente su posición.

Hasta marzo de 2016 no se celebran elecciones en Alemania. Veremos en qué condiciones llega AfD a esas fechas: ¿Logrará resolver la interna pacíficamente y ocupará el lugar de la nueva derecha que se haga de los votos descontentos con los conservadores (CDU/CSU)? ¿Será un partido ya desaparecido a causa de las luchas intestinas? ¿O bien, se convertirá en un partido semiregional que solo encuentre apoyo en Alemania del este?

 

Fuente de los afiches: alternativefuer.de.

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