El clima de odio crece en Alemania. La extrema derecha aprovecha la situación y reúne apoyos en grupos de idiotas útiles que piensan que perderán algo o se verán desfavorecidos por el ingreso de refugiados al país.
Partidos políticos egoístas y sin visión, como la Unión Social-Cristiana (CSU) de Baviera*, no dejan de agitar las aguas y utilizan una retórica que brinda herramientas discursivas a estos grupos exaltados: «Sufrimos un abuso masivo del derecho al asilo» decía el secretario general de la CSU, Andreas Scheuer, hace pocas semanas. Los ultraconservadores de Alternativa para Alemania (AfD) tampoco se quedan atrás y justifican el odio y los consiguientes atentados.
La cantidad de edificios destinados a acoger refugiados que fueron incendiados asciende sin freno. En los últimos cuatro días se quemaron cuatro. Uno por noche. Esto toma dimensiones mucho mayores ya que refleja un accionar coordinado digno de una organización terrorista.
Los políticos de distintos partidos condenan las acciones pero la escalada continúa. Luego de que el jefe socialdemócrata Sigmar Gabriel critique fuertemente los sucesos protagonizados por grupos neonazis, su partido recibió más de 500 correos con amenazas e insultos. Está claro que la «libertad de expresión», en tanto argumento para justificar cualquier manifestación de odio, ha superado todo límite.
Para los alemanes que no comulgan con la xenofobia y el racismo (es decir, la mayoría) esta situación es indignante y en parte difícil de comprender. La historia habla por sí misma.
La política, la sociedad y los medios de comunicación alemanes tiene ahora la obligación de encontrar una salida pacífica para esta violencia real y simbólica provocada por el resentimiento, la idiotez y el egoísmo.
La imagen a continuación pertenece al partido pirata. El texto resume muy bien esta situación: «Recién cuando arda la última casa, el último refugiado sea expulsado, el último político esté asustado, se van a dar cuenta de que racismo no es una opinión!
Sino que es solo una mierda que debe ser combatido urgentemente!»
*En la campaña electoral la CDU de Hamburg en febrero de 2015 también había apelado al discurso anti-refugiado «La estrategia de moda: estigmatizar refugiados».
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