Enero de 2018 será recordado como el peor mes de la socialdemocracia en mucho tiempo. Pese a que la ley de Murphy advierte que siempre se puede estar peor, es difícil imaginar que el partido socialdemócrata alemán (SPD) sea capaz de obtener aún menos intención de voto.
El 22 de enero el SPD tocó fondo: 17%. Algo que tenía mucho que ver con los resultados de las charlas iniciales con los conservadores de Angela Merkel (CDU) y su impacto en las propias filas socialdemócratas. La rebelión de los enanos fue un golpe duro que se reflejó en las mediciones de intención de voto.
Esto se puso peor cuando el 29 de enero el instituto INSA publicó una encuesta que registraba la menor distancia en puntos porcentuales entre socialdemócratas y ultraderechistas (AfD).
En este contexto tan desfavorable los socialdemócratas de Martin Schulz deberán hacer frente a duras negociaciones con el partido de la canciller, la Unión Demócrata Cristiana (CDU). La CDU es una fuerza que, si bien no ha perdido mucho respecto del resultado de septiembre de 2017, tampoco tiene nada para festejar. Con un 33,1% de promedio en enero, la formación de Merkel está muy por debajo de los números históricos que en general la han puesto mucho más cerca de los 40 puntos de intención de voto.
El partido verde ha sido el que más ha crecido respecto de los últimos comicios, mientras que los liberales son los que más han perdido. Posiblemente el impacto del fracaso de las negociaciones para formar una coalición Jamaica haya tenido que ver con esto. Sin embargo, hay que tener en cuenta dos elementos para evitar malinterpretar estos datos.
En primer lugar, el partido liberal, pese a su crecimiento y la renovación de su imagen, todavía no está totalmente recuperado de la debacle de 2013-2014. Si tenemos en cuenta que el objetivo real de la última elección era lograr un 5% y estabilizar al partido en esa línea, podemos concluir que el actual promedio de 8,8% del mes de enero está dentro de lo deseable para el partido de Christian Lindner.
En segundo término, el partido verde se encuentra en un proceso de renovación de su cúpula. Aquellos que negociaron para formar una coalición Jamaica se han apartado y surgen nuevos liderazgos. Su objetivo es pescar en el decepcionado electorado de los socialdemócratas. Esta decisión obedece a una estrategia que también ha manifestado el partido de la izquierda (die Linke), o al menos algunos de sus líderes: formar un nuevo movimiento de izquierdas que responda a la demanda del votante que ya no encuentra razones para apoyar a los socialdemócratas. Algunos miran el caso de Jeremy Corbyn en Inglaterra, otros el de Podemos en España. Sin embargo todavía deben trabajar para encontrar una receta que funcione en Alemania.
Mientras tanto la ultraderecha se sigue alimentando de su nicho: los descontentos. Pese a su discurso claramente derechista, su capacidad de captar desencantandos no conoce ideología alguna.
Por un lado, aquellos votantes conservadores enfadados con Merkel y su CDU no dudan en manifestar su preferencia por AfD. Esto quedó de manifiesto en los resultados de la última elección federal cuando, sobre todo en el este de Alemania, el partido conservador perdió un importante caudal electoral a manos de la oferta ultraderechista.
Por otro lado, la socialdemocracia también sufre por el crecimiento de la ultraderecha. El último golpe fue en Baden-Württemberg, al sur de Alemania, en donde AfD y SPD están igualados en intención de voto, algo que, al menos hasta hace un tiempo, era impensable que suceda en alguna región de Alemania occidental.
La intención de voto en febrero estará seguramente marcada por el rumbo de las negociaciones para formar la cuarta gran coalición de la historia entre conservadores y socialdemócratas. Allí veremos el impacto que ellas tienen en los niveles de credibilidad del SPD que sufre a causa de las constantes contradicciones discursivas de sus líderes. Esto podría beneficiar al partido Verde y a Die Linke, dos partidos que históricamente están en condiciones de funcionar como alternativa de izquierdas, al menos en principio.
Para cerrar lo dejamos con la última encuesta de enero: