En términos electorales el crecimiento de la fuerza política Alternativa para Alemania (AfD) se ha convertido en un dolor de cabeza para el partido de la canciller Angela Merkel, la Unión Demócrata-Cristiana (CDU). Sin embargo, existen otros afectados por el ascenso de AfD. Los partidos de extrema derecha, como el partido nacionalista (NPD), ven su existencia comprometida frente al imparable crecimiento de los ultraconservadores de AfD que en algunas regiones ya alcanzan los 15 puntos de intención de voto (ver encuestas recientes en Sachsen-Anhalt – enero 2016). Para las fuerzas de extrema derecha su situación se vio agravada a partir del cambio de rumbo de AfD, cuando a mitad de 2015 abandonó su corte liberal y se enfocó en el discurso nacionalista y ultraconservador.
En este contexto se viralizó ayer un afiche electoral del NDP que, luego de meses de ser ignorados por los medios, reaparecen en las redes sociales:

En la parte superior se puede leer: «Deportar consecuentemente«.
Abajo más pequeño: «Nuestro pueblo primero«.
Si se leen ambas frases juntas pareciera que el mensaje fuese «Deportar consecuentemente. Nuestro pueblo primero,» es decir, los alemanes primero. Normalmente cuando este tipo de partidos xenófobos y extremistas obtienen gran atención de parte de los medios se debe al nivel de provocación y la consiguiente indignación popular que generan sus mensajes. En este caso sin embargo el foco apuntó al «acto fallido».
Más allá de la anécdota, debemos observar que el cartel estuvo presente en todos los medios de comunicación y recibió una atención enorme en todas las redes sociales. Casi sin quererlo este partido de extrema derecha logró una exposición fenomenal a casi un mes de tres elecciones regionales. Publicidad gratis, un detalle no menor para un partido que ve cómo sus votantes se deciden por la competencia: AfD.