En diciembre de 2014 surgió un movimiento anti-Islam denominado PEGIDA (Patriotas europeos contra la islamización del occidente). Este grupo llegó a reunir a 40.000 personas en la ciudad de Dresden y se multiplicó en algunas otras urbes alemanas. Su objetivo era bastante heterogéneo así como sus simpatizantes. Uno de los puntos en común radicaba en la crítica a los políticos y a los partidos que no registraban el «miedo» en la población. La política tradicional, según este movimiento, no comprendía los problemas de la ciudadanía. En este clima de incertidumbre y pocas definiciones el partido Alternativa para Alemania (AfD) encontró una fuente de votos fenomenal. Tal es así que sus dirigentes se autonombraron interlocutores políticos y representantes de estos ciudadanos indignados.

La capacidad de AfD para apropiarse del discurso de PEGIDA es un ejemplo más que explica su crecimiento. El contexto anti-inmigrante, anti-política, anti-prensa, representa una gran oportunidad para justificar su discurso sin filtros y su existencia en el espectro político. En otras palabras, AfD ofrece esas respuestas que los otros partidos no pueden dar. Que esas respuestas sean demagógicas, irrealizables o reduccionistas no pareciera tener importancia.

AfD-NPD
«No somos la seguridad social del mundo.» Alternative für Deutschland y el partido nacionalista de extrema derecha utilizaron la misma consigna en sus campañas electorales.

A partir de la crisis de los refugiados que tiene sus inicios en el verano boreal de 2015, AfD manifiesta un crecimiento ininterrumpido que se refleja desde lo cuantitativo en las encuestas de intención de voto, y desde lo cualitativo en su presencia relativamente alta en los medios de comunicación. AfD no tuvo dudas en ocupar el lugar más duro de la discusión y sacar a relucir su visión patriótica y nacionalista del tema. Para ello los refugiados no son más que embaucadores y mentirosos que solicitan un asilo que no necesitan y cuyo objetivo real es obtener beneficios económicos. El objetivo: continuar extrayendo votos al sector más conservador del electorado de la CDU.

Los atentados de París obligan a reveer la situación de la llegada de refugiados. Para partidos políticos como AfD esto es una oportunidad para profundizar su discurso ultraconservador y justificarlo. En efecto, AfD no tiene inconvenientes en establecer causalidad entre refugiados y terrorismo, ya que considera que entre aquellos podría haber algún potencial terrorista. Una frase insostenible e incomprobable pero coherente con el discurso político sin filtro y sin límites con el cual AfD actualmente está en condiciones de ingresar al Bundestag, el Parlamento Federal de Alemania.

 

Más información sobre el crecimiento de los ultraconservadores:

1- Estrategia política: Ultraconservadurismo sin filtros.
2- Discurso político: La táctica de la incorreción política. 
3- Explotación del contexto: El trípode Pegida-Refugiados-París.

Este texto es un extracto de artículo publicado originalmente en el Centro Alemán de Información para Latinoamérica y España.

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