Las ganas de seguir de la izquierda

Die Linke (la izquierda) sigue confiando en sus contenidos como elemento movilizador de su electorado y no se decide por un único candidato que encarne el mensaje político durante la campaña. Sale a la cancha con cuatro en sus carteles electorales: los dos candidatos cabeza de lista, Sahra Wagenknecht y Dietmar Bartsch, y los dos líderes del bloque parlamentario (Fraktion), Katja Kipping y Bernd Riexinger. No es casual la elección de estos cuatro ya que representan distintas corrientes del partido.

Pragmáticos e intransigentes, ossis y wessis, partido y Fraktion, todos contentos. Evidentemente ninguno quiso ceder un ápice de visibilidad. Y si bien redujeron la cantidad, en 2013 fueron siete, nos dejan con la pregunta eterna: ¿Qué pasaría si die Linke tuviese un candidato fuerte en lugar de varios dispersos?

Llama la atención el afiche mayor que juega con las palabras de la frase «Sin ganas de seguir así: die Linke». En la misma se tachan dos palabras para que se lea «Ganas de die Linke». Un mensaje que indirectamente refiere al carácter combativo de die Linke y al mismo tiempo aplica el frame del cambio por agotamiento. Una clara llamada al voto bronca.

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«Sin ganas de seguir así: die Linke». Afiche electoral de die Linke.

Con la agenda social como bandera fundamental el resto de los afiches electorales de la izquierda alemana proponen ocho motivos diferentes: Pobreza, trabajo, salud, jubilaciones, alquileres, redistribución de la riqueza, tolerancia y gasto militar. Nada nuevo, pero fundamental para el target de die Linke: desempleados, asalariados de clases bajas, viejos votantes del PDS e incluso algún nostálgico de la DDR. La gran mayoría localizables en las zonas urbanas y especialmente en el este de Alemania.

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La ausencia de algún mensaje relativo a los refugiados resulta llamativa, ya que die Linke ha tenido una posición muy marcada a favor de la solidaridad este grupo. Tal vez tenga que ver con una decisión estratégica ya que, en parte, compite con los ultraderechistas por el mismo electorado: el voto trabajador, un colectivo en el cual el impacto del tema de los refugiados ha sido muy importante.

Y aquí quedamos frente a una de las tantas paradojas que generó la irrupción de AfD en el tablero político alemán: Izquierda y derecha luchando por un mismo votante.

También es posible que reciba algunos votos desde el partido socialdemócrata (SPD). Especialmente de aquellos grupos profundamente decepcionados por el amago del candidato Martin Schulz a instalar una agenda de izquierdas. Algo que se diluyó poco tiempo después.

Fuente de las imágenes:
Carteles electorales: Die Linke.
Imagen de portada: Sahra Wagenknecht Özlem Demirel, LTWK, Bonn2017_13. por DIE LINKE Nordrhein-Westfalen (CC BY-SA 2.0), via flickr.

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